El "carteo" entre los gerentes generales de BancoEstado y BICE por los cobros de transferencias interbancarias
La compañía estatal indicó que de no pagar las facturas por los servicios de transferencias electrónicas interbancarias era una “improcedencia de incurrir en una suerte de autotutela” por parte de Banco BICE.
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El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) abrió una nueva carpeta para resolver el cumplimiento de la sentencia de la Corte Suprema que ordenó a BancoEstado a establecer tarifas no discriminatorias en las transferencias electrónicas interbancarias a los bancos Scotiabank, Itaú, Security, Internacional y BICE, luego que este último ingresó un escrito solicitando el pronunciamiento del Tribunal.
La nueva disputa surgió luego que el gerente general de Banco BICE, Alberto Schilling envió dos cartas a la compañía estatal solicitando que no se cobrara de manera diferente que al resto de la industria. La primera misiva se la remitió al exgerente general de BancoEstado, Juan Cooper, el 25 de abril, pero el ejecutivo de la compañía ligada al grupo Matte no tuvo respuesta.
El 30 de mayo, por encargo de la presidenta de BancoEstado, Jessica López, el gerente general de la firma estatal, Óscar González, respondió a Schilling.
González aseguró que “BancoEstado dará pleno cumplimiento a la referida sentencia”. Según el gerente, están “trabajando responsable y diligentemente en el levantamiento y actualización de toda la información necesaria para implementarlo a la brevedad posible”.
Manifestó que “una vez hecho aquello, y realizado el estudio técnico que hemos encargado, BancoEstado pondrá en conocimiento de los bancos las tarifas igualitarias y no discriminatorias que se determinen aplicar por el servicio de recepción de transferencias electrónicas de fondos, las cuales le han de permitir salvaguardar sus costos y obtener una adecuada retribución, conforme los estándares exigidos por nuestra Ley Orgánica contenida en el Decreto Ley Nº2.079”.
González señaló que “una vez informadas las tarifas que emanen de este proceso de autorregulación, BancoEstado tiene la mejor disposición a reunirse con sus representantes, para formalizar la aplicación de estas tarifas, mediante la suscripción de un contrato bilateral, cuyo contenido y alcance será el mismo para todos los bancos”.
Las facturas pendientes
En la segunda carta que envió Schilling, el 18 de mayo, expuso que ese mismo día Banco BICE recibió las facturas con el mismo valor que la Corte Suprema había declarado anticompetitivas.
Schilling reclamó a la presidenta de BancoEstado que “esto es especialmente grave considerando que, previamente, el 11 de mayo pasado el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia expresamente ordenó a BancoEstado dar cumplimiento a la sentencia del máximo tribunal. De esta manera, BancoEstado está incurriendo en un manifiesto y grave desacato al incumplir lo ordenado por la Corte”.
El ejecutivo de BICE detalló que se procedió a rechazar las referidas facturas a través del portal web del Servicio de Impuestos Internos a la espera de que se emitan unas nuevas que cobren la misma tarifa a todos los bancos.
Asimismo, planteó todo ello “sin perjuicio de hacer expresa reserva de los derechos que le asisten a Banco BICE para solicitar el cumplimiento forzado de lo resuelto por la Corte y para resarcirse de los perjuicios provocados por las tarifas que, de forma discriminatoria, le han sido y le siguen siendo aplicadas”.
La respuesta de BancoEstado fue que se reserva de hacer valer “sus derechos” ante el impago de las facturas y que podría ser catalogado como “improcedencia de incurrir en una suerte de autotutela” al no pagar por servicios que le han sido efectivamente prestados.